sábado, 1 de mayo de 2010

Animal Print al volante



La cosa es así. Iba caminando tranquilamente por las calles céntricas de Rreiten´s, con mi vianda del mediodía y de repente me enfrentan dos seres comodelmásalla. Recién salidos de una fiesta muy after. Me voy a detener a describirlos por que o sino niahí van a seguir el relato.
La primera, una traviesacamionera, con una pinturita muy sutil, bien para el mediodía y ropita en composé a tono con su peluca recién adquirida de la feria paraguaya. La Platinada, vestía una remerita de cebra que marcaba sus pezones y dejaba ver un rulo de peloenpecho muy jot, una mini de bluyin que continuaba casicasi debajo del bulto en unas medias otoñales también de cebra y unas botas plateadas. Perfecta.
El otro una vaguito flaquito, dark de los de antes, nada de Emos Niueish, reDark, onda pelo negro azabache, campera de cuero con cierres por todas partes, remerita negra de Lacrimosa, pantaloncito de cuero “ondacalsadecumbiera” unas botas que se elevaban hacia la rodilla y las uñas largas. Pintadas de rosa? Eso lo noté después. Es un detalle. Un corte al negro. Nada de mucha relevancia.
Me dijeron. -Tirá esa bandejita de arroz a la valenciana, subí al auto y no hagas ninguna pregunta hasta que te autoricemos a hablar (te juro que lo dijeron al mismo tiempo, ensayadísimo pensé). Estaba fascinado. No podía creer que por primera vez en mi vida iba a ser secuestrado, onda secuestroexpres, pero no sabía cuanto iba a durar todo esto. Subí a un Fiat Uno. Me di cuenta que, aun no sabiendo mucho de autos, la mafia local me había defraudado por el modelito del coche. Siempre pensé que el día que me secuestraran o me torturaran para sacarme información, habrían de hacerlo en algo un poco más caro. Esta mafia, no facturaba. Pero su estilo decía todo. Esto me llevaba a muy buen puerto. O al menos a algo que me sacara de mi ostracismo redaccional y me de material para ustedes. Para ustedes que son mis chupagrassa favoritos.
El tema es que dimos unas vueltas, llegamos hasta Puerto Tirol. Bajamos del auto. Me empujaron y me dijeron: las zapatillas pony novanmás. Estaba perdido, no me había dado cuenta. Justo hoy me tenían que secuestrar? Y les dije: “Lo se y lo siento”. La trava dijo… No puedo tolerar esto. Nos vamos hasta tu casa. Te cambias y nos hacés unos mates que ya me duele la cabeza.
Chau. Hasta ahí llegó todo el drama. Ninguna mafia. Ningún darksado que tenía ganas de torturar a alguien. Eran dos que querían tomar mate. Yo no lograba encontrar el motivo de esto. No sabía que pasaba. No entendía nada.
Llegamos a casa. A tres cuadras de donde me habían “raptado” y les dije? Le pongo algún té digestivo? – No – me dijo la trava. Toman amargo? – No, dulce – me dijo el Dark. Entonces tomé el control de la situación y les dije – Miren chicos, todo bien, pero en mi casa se toman mates, que preparo YO, amarguísimos y con té digestivo ok?. Me miraron. Los miré. Nos miramos.
En ese momento quedó todo claro. Nadie tenía miedo y podía suceder cualquier cosa. Cebé el primer mate. Estuvimos como quince minutos en silencio. Hasta que la trava irrumpió con una pregunta -¿Te interesa formar parte de un grupo en el Feisbuk que quiere matar a Sebastián Graviotto?.

Continuará.

3 comentarios:

moloko dijo...

y?? como sigue?

Tóxica dijo...

mortadelo no demuestra debilidad!
x nada q no sea sulleriano obviamente...

LolaPapallona dijo...

Tenias frutigran de avena con pasitas para ofrecerles en caso de exacervacion total?