Bien. Tengo que continuar con el relato. El clan “Grasunes al Pawer” me mando una carta documento donde fueron muy explícitos en relación a las consecuencias terribles que podría tener que pierda el hilo del relato. Sou, jier is haw it continius orrait?
Como les contaba, estábamos en casa. La traviesacamionera, el reDark y yo. Los mates iban y venían mientras yo evaluaba la propuesta. Hasta que me di cuenta de un pequeñísimo detalle. Les dije -Watafak? En que cambia que hagamos un grupo en el feisbuk de gente que quiera matar a ese Flogger trasnochado? Nowey!, no da que le demos difusión. Si hacemos algo, tiene que pasar desapercibido. Para los medios digo, no para el. Algo así como… Me estaba por tirar un ejemplo que me iba a traer problemas.
Resulta que en el verano me leí “La Constitución Travesti” de Sebastián Duarte. Y me dio la sensación de que mi nueva amiga, sería bien conocedora de las técnicas de trabajo callejero. Pero como no sabía si se dedicaba a la prostitución, o solamente a ver tivi con su darkifriend. No quise zarparme.
Me miraron con cara de desconcierto. Se ve que estaban cegados por la emoción y no pensaron en las consecuencias de sus actos. Ellos creyeron que su plan era muy onda atentadomediático, pero no evaluaron las posibilidades de poder hacer algo mucho más terrible. Les explique, que si creábamos un grupo en el Feis se iba a llenar de fans, y ni ahí lo quería ver después en el programa de Viviana Canosa diciendo: “tengo miles de personas que quieren matarme en la red social. Soy súper popular y voy a hacer un programa por canal 26, después del Gordo Lanatta”.
Les propuse que lo sigamos pensando, que si tomábamos cartas en el asunto de la pelea familiar que está generando este admiradortardiodecumbio, teníamos que darlesumerecido. Tiraban ideas que no coincidían con el nivel de producción de su imagen, cosas como: Le robamos todos sus chupines, lo obligamos a usar tus zapatillas Pony (Jaja), lo interceptamos a la salida de la farmacia para sacarle su lacaparaelflequillito, y cosas así. No daba. Eran cualquiera. No podía exponerme a organizar un atentado con estas personas. Y menos en este estado de total falta de iniciativa.
- Chicos, ustedes no tienen ni idea. Como lograron raptarme, dar conmigo, entrar a mi casa, y tomarse mis mates, pero no pueden pensar en algo completamente excepcional? Me miraron encolerizados.
La travacamionera dijo – Escuchame Mortadelo, tengo sueño. No duermo hace tres días por andar buscándote. Y por que hicimos otras cosas que ahora no puedo contarte con la intensidad que necesito hacerlo. Mostrame donde está tu habitación. Me voy a dormir un rato. Cuando me despierte quiero comer algo. Por el no te preocupes. Solamente consume té verde y galletas de arroz, las lleva siempre en la mochilita de Hermética. – Wat? Ahora-te-tengo-que-dar-de-comer-también? Cómo es? Una cosa es que sea rebuenaonda y los reciba, ahora, que encima te tenga que alimentar. – Puta loco! No nos vamos a quedar a vivir, es hoy, hasta que definamos que hacer. Quedate tranquilo. Vamos Mirtha.
Eso fue lo último que escuché de mis nuevos amigos. “Vamos Mirtha”. El reDark, se llamaba Mirtha. La travacamionera todavía no tenía nombre. Había dos personas de las que no sabía absolutamente nada durmiendo en mi cama.
Llame a un lugar y pedí una pizza con palmitos. Renové los mates. Aunque me mostraba como-dominando-la-situación en realidad no podía salir del asombro, estaba como en shok y muy confundido. No podía dar con tóxica. Necesitaba hablar con ella. Pero una vez llegamos a un pacto. No nos daríamos los teléfonos celulares jamás. Después de lo que pasó en la sex party donde estrenó su verga de burro, no quise exponerme, exponerla, exponernos. Miraba por el balcón, me estaba durmiendo en el sofá pensando en que este proyecto me interesaba muchísimo. Podría conocer a Silvia después de acabar con su sobrino. Me dormí.
Soñé que estaba en una bailanta de Barranca City, muy de los noventa, se llamaba Media Naranja y…
Continuará.
Como les contaba, estábamos en casa. La traviesacamionera, el reDark y yo. Los mates iban y venían mientras yo evaluaba la propuesta. Hasta que me di cuenta de un pequeñísimo detalle. Les dije -Watafak? En que cambia que hagamos un grupo en el feisbuk de gente que quiera matar a ese Flogger trasnochado? Nowey!, no da que le demos difusión. Si hacemos algo, tiene que pasar desapercibido. Para los medios digo, no para el. Algo así como… Me estaba por tirar un ejemplo que me iba a traer problemas.
Resulta que en el verano me leí “La Constitución Travesti” de Sebastián Duarte. Y me dio la sensación de que mi nueva amiga, sería bien conocedora de las técnicas de trabajo callejero. Pero como no sabía si se dedicaba a la prostitución, o solamente a ver tivi con su darkifriend. No quise zarparme.
Me miraron con cara de desconcierto. Se ve que estaban cegados por la emoción y no pensaron en las consecuencias de sus actos. Ellos creyeron que su plan era muy onda atentadomediático, pero no evaluaron las posibilidades de poder hacer algo mucho más terrible. Les explique, que si creábamos un grupo en el Feis se iba a llenar de fans, y ni ahí lo quería ver después en el programa de Viviana Canosa diciendo: “tengo miles de personas que quieren matarme en la red social. Soy súper popular y voy a hacer un programa por canal 26, después del Gordo Lanatta”.
Les propuse que lo sigamos pensando, que si tomábamos cartas en el asunto de la pelea familiar que está generando este admiradortardiodecumbio, teníamos que darlesumerecido. Tiraban ideas que no coincidían con el nivel de producción de su imagen, cosas como: Le robamos todos sus chupines, lo obligamos a usar tus zapatillas Pony (Jaja), lo interceptamos a la salida de la farmacia para sacarle su lacaparaelflequillito, y cosas así. No daba. Eran cualquiera. No podía exponerme a organizar un atentado con estas personas. Y menos en este estado de total falta de iniciativa.
- Chicos, ustedes no tienen ni idea. Como lograron raptarme, dar conmigo, entrar a mi casa, y tomarse mis mates, pero no pueden pensar en algo completamente excepcional? Me miraron encolerizados.
La travacamionera dijo – Escuchame Mortadelo, tengo sueño. No duermo hace tres días por andar buscándote. Y por que hicimos otras cosas que ahora no puedo contarte con la intensidad que necesito hacerlo. Mostrame donde está tu habitación. Me voy a dormir un rato. Cuando me despierte quiero comer algo. Por el no te preocupes. Solamente consume té verde y galletas de arroz, las lleva siempre en la mochilita de Hermética. – Wat? Ahora-te-tengo-que-dar-de-comer-también? Cómo es? Una cosa es que sea rebuenaonda y los reciba, ahora, que encima te tenga que alimentar. – Puta loco! No nos vamos a quedar a vivir, es hoy, hasta que definamos que hacer. Quedate tranquilo. Vamos Mirtha.
Eso fue lo último que escuché de mis nuevos amigos. “Vamos Mirtha”. El reDark, se llamaba Mirtha. La travacamionera todavía no tenía nombre. Había dos personas de las que no sabía absolutamente nada durmiendo en mi cama.
Llame a un lugar y pedí una pizza con palmitos. Renové los mates. Aunque me mostraba como-dominando-la-situación en realidad no podía salir del asombro, estaba como en shok y muy confundido. No podía dar con tóxica. Necesitaba hablar con ella. Pero una vez llegamos a un pacto. No nos daríamos los teléfonos celulares jamás. Después de lo que pasó en la sex party donde estrenó su verga de burro, no quise exponerme, exponerla, exponernos. Miraba por el balcón, me estaba durmiendo en el sofá pensando en que este proyecto me interesaba muchísimo. Podría conocer a Silvia después de acabar con su sobrino. Me dormí.
Soñé que estaba en una bailanta de Barranca City, muy de los noventa, se llamaba Media Naranja y…
Continuará.
1 comentarios:
yo dirìa que màs que secuestro expres, viviste un bizarro momento de camaraderia...el te digestivo me hace dudar pero estoy casi casi segura que fue asi...
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